por Dr. Rafael Muci-Mendoza
El hospital está militarizado, la ineficiencia se entronizó, la compasión no existe... De acuerdo al DRAE el vocablo "hospital" tiene origen en la voz latina "hospitalis", que significa "afable y caritativo con los huéspedes".
Los hospitales deben, pues, brindar "hospitalidad" o "virtud que se ejerce con los menesterosos y desvalidos, dispensándoles buena acogida y recibimiento, y prestándoles la debida asistencia a sus necesidades".
Veinticinco siglos atrás, Platón (Atenas, 427-347 a.C.), en un notable pasaje de "Las Leyes", describía dos tipos de relaciones entre médicos y pacientes; se me antoja adscribirla ahora a la relación del Estado y el enfermo: una que denominó medicina beneficiosa para los hombres libres, dechado de buen hacer; y la otra, la medicina de esclavo, empírica, con aires de conocimiento absoluto, brusca y dictatorial, donde la prisa domina y nunca se dan explicaciones.
Hemos caído en el profundo bache de la barbarie; sabiéndose a buen resguardo, los burócratas han mostrado profunda indiferencia ante el dolor humano.
Un caso es del Hospital Vargas de Caracas, oráculo de la medicina nacional. Hasta hace poco los pacientes agitados o en estado estuporoso morían dentro de las salas por fractura del cráneo al caer de camas sin barandales. Ahora también fallecen fuera de ellas.
Hace 4 años abrieron unas trincheras a todo lo largo de los patios centrales en la vertiente oeste de las salas de medicina y cirugía. Pocos días atrás un desventurado paciente, ya de alta, cayó en la zanja, tuvo una fractura de cráneo y falleció. La dirección parió una idea luminosa, prohibir a los internados salir de las salas...
El hospital está militarizado, la ineficiencia se entronizó, la compasión no existe, la responsabilidad es palabra inexistente, el compromiso con el paciente también lo es, sólo hay medicina de esclavo.
rafael@muci.com
Esta es la zanja de marras, sin aparente propósito de solucionar algo, fue abierta hace 4 años.
La foto corresponde a las salas de medicina, la tomé desde la Sala 3 mirando hacia el norte y hacia al sur.
El hospital está militarizado, la ineficiencia se entronizó, la compasión no existe... De acuerdo al DRAE el vocablo "hospital" tiene origen en la voz latina "hospitalis", que significa "afable y caritativo con los huéspedes".
Los hospitales deben, pues, brindar "hospitalidad" o "virtud que se ejerce con los menesterosos y desvalidos, dispensándoles buena acogida y recibimiento, y prestándoles la debida asistencia a sus necesidades".
Veinticinco siglos atrás, Platón (Atenas, 427-347 a.C.), en un notable pasaje de "Las Leyes", describía dos tipos de relaciones entre médicos y pacientes; se me antoja adscribirla ahora a la relación del Estado y el enfermo: una que denominó medicina beneficiosa para los hombres libres, dechado de buen hacer; y la otra, la medicina de esclavo, empírica, con aires de conocimiento absoluto, brusca y dictatorial, donde la prisa domina y nunca se dan explicaciones.
Hemos caído en el profundo bache de la barbarie; sabiéndose a buen resguardo, los burócratas han mostrado profunda indiferencia ante el dolor humano.
Un caso es del Hospital Vargas de Caracas, oráculo de la medicina nacional. Hasta hace poco los pacientes agitados o en estado estuporoso morían dentro de las salas por fractura del cráneo al caer de camas sin barandales. Ahora también fallecen fuera de ellas.
Hace 4 años abrieron unas trincheras a todo lo largo de los patios centrales en la vertiente oeste de las salas de medicina y cirugía. Pocos días atrás un desventurado paciente, ya de alta, cayó en la zanja, tuvo una fractura de cráneo y falleció. La dirección parió una idea luminosa, prohibir a los internados salir de las salas...
El hospital está militarizado, la ineficiencia se entronizó, la compasión no existe, la responsabilidad es palabra inexistente, el compromiso con el paciente también lo es, sólo hay medicina de esclavo.
rafael@muci.com
Esta es la zanja de marras, sin aparente propósito de solucionar algo, fue abierta hace 4 años.
La foto corresponde a las salas de medicina, la tomé desde la Sala 3 mirando hacia el norte y hacia al sur.