domingo, 16 de agosto de 2009

"Una Voz por el Vargas"


"Una Voz por el Vargas" Maria Cristina Di Prisco
15/08/2009 de Analitica.com

Conversaba con un joven médico venezolano, neurocirujano egresado del post grado del Hospital Vargas de Caracas pero que obligatoriamente finalizó su último año de especialización en otro hospital, donde con mucho esfuerzo y poco apoyo, logró alcanzar el número de intervenciones quirúrgicas requeridas para obtener su título de especialista. Estos acontecimientos, inéditos en la historia de nuestros hospitales y Facultades de Medicina, son ya un denominador común en los jóvenes médicos del país. Y es que el Vargas sufre hoy la crisis más grave de su historia.

El Vargas, fundado en 1891, fue el centro más importante para la época, con gran influencia en el desarrollo docente de la medicina. Desde entonces, ha continuado sirviendo a los más necesitados prestando sus servicios asistenciales y docentes con orgullo, honestidad y mística. Desde hace 2 años soporta una engañosa remodelación lo que ha ocasionado la paralización progresiva de sus actividades.

Mientras estudié mi carrera y como profesional comprobé la importancia de su actividad siempre de vanguardia, impartida por especialistas con los más avanzados conocimientos adquiridos dentro y fuera del país, expertos en sus áreas, pero sobre todo con la capacidad de transmitir valores éticos y morales a los estudiantes. No descuidaron resaltar cualidades como honestidad y mística en el ejercicio profesional. Así fueron siempre los profesores del Vargas, así fueron mis maestros.

La destrucción del Hospital Vargas no es aislada, se anota en conjunto con la desatención de hospitales centrales y regionales, destrucción que solo se explica por ignorancia e ineptitud. Los hospitales carecen de los insumos necesarios para funcionar, déficit de camas y de médicos. Con sorpresa y dolor vemos como el tratamiento del actual gobierno hacia los centros asistenciales y docentes produce parálisis y retraso en el avance de la medicina y disminuye el acceso de los venezolanos a los servicios de salud pública. La misión Barrio Adentro, que en su concepto de atención primaria podría haber sido exitosa, fue creada equivocadamente desplazando a los médicos venezolanos, como la alternativa a todos los problemas salud, ya tiene casi el 40% de sus módulos cerrados. El caos del sistema de salud responde a la forma de trabajo de este gobierno: tomar decisiones excluyendo a los expertos.

Las grandes carencias de las políticas de salud de este gobierno es lo que viven los jóvenes especialistas venezolanos, despavoridos, sin la posibilidad de trabajar en centros bien dotados y seguros, sin la posibilidad de recibir salarios acordes con la responsabilidad que su profesión les exige y sin la atracción de poder aplicar sus conocimientos en pro de los más necesitados, huyen hacia la medicina privada o hacia otras latitudes. El éxodo de profesionales complica más el cuadro, hoy y por primera vez en la historia de la docencia médica venezolana, quedan vacíos los postgrados y renuncian los profesionales más experimentados. Este es el legado que está dejando este gobierno a la medicina venezolana.

Nos toca a todos, profesionales y comunidades, luchar por la preservación y mejoramiento de los centros hospitalarios y a las Facultades de Medicina exigir una docencia médica de calidad. La calidad de la enseñanza que nace en el esfuerzo de la investigación científica en las universidades, la que proporciona conocimientos y desarrollo tecnológico y la que enriquece al individuo y consolida su conducta con principios y valores, única manera de formar médicos acorde a las necesidades de la sociedad.

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